Un sólo poema jamás podrá cambiar millardos de conciencias, pero millardos de poetas hablando de la posibilidad cierta de un mundo utópico totalmente posible, ¡claro que cambiarían al mundo!
La divina commedia cambió a Italia, los poemas de Russoe y Voltaire cambiaron a Francia, la película "El día después" cambió la actitud del mundo ante el problema nuclear.
Los poetas no son transformadores en sí, pero si son Sembradores de ideas, son creadores de conciencia, y es una lástima que haya tan pocos poetas dedicados a los contenidos, mientras la mayoría se dedica a formas y estructuras.
Claro que un poema; como el soneto que Quevedo le escribiera a Violante, es una joya literaria, pero ¿en qué cambiaría al mundo un poema tan vacío de contenido como ese?
En cambio, las obras de Neruda, las de Gybran, y otros grandes de la poesía han cambiado mi visión del mundo.
Y al cambiar las visiones individuales de muchos, en el mismo momento en que se alcanza ese punto de masa crítica en que la mayoría de los humanos cambia su visión del mundo, el mundo cambia.
No olvidemos que antes de Colón, todos, amerindios y europeos, asiáticos y africanos creían que el mundo era una tabla, y que el horizonte era una enorme, gigantesca catarata.
Por otro lado; el mundo como tal, ha estado cambiando desde que apareció hace cuatro mil millones de años, el hombre en sí es un factor de cambio, cambiamos al mundo todos los días, mayormente para mal, porque nos creemos superiores a la naturaleza que nos rodea y la irrespetamos, sin darnos cuenta que acabar con la naturaleza que tanto despreciamos es acabar con nuestra especie, pues ésta también es parte de aquella.
En este sentido, la pregunta correcta sería, ¿puede un poema cambiar el mundo para bien?; y la respuesta es ¡sí!, un poema puede generar el deseo de otros poetas de atacar el problema, y estos inspirar a otros y así sucesivamente, hasta que la avalancha de versos llene a toda la humanidad.
Pero los poetas pierden el tiempo, no se animan a abordar poemas ecológicos, o cuando menos filosóficos.
Todo es poemas de amor, o melancólicos (que también son de amor) o góticos (que son de resentimiento)...
Nada contra esos poemas, yo también intento hacerlos, pero lo que yo pregunto más bien es:
¿DÓNDE ESTÁN LOS POETAS ECOLÓGICOS, LOS FILOSÓFICOS, LOS PROTESTATARIOS?
¿DÓNDE ESTÁN LOS CREADORES DE CONCIENCIA?