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domingo, 13 de enero de 2008

La cita.

El oleaje se balancea, como cuna navegándose a sí misma en esta tórrida tarde tropical, entre lilas y rosados, entre púrpuras y escarlatas; y yo te espero en la orilla de un deseo continental y oceánico.
Te imagino legendaria, bronceada y melindrosa, cadereando maliciosa sobre arenas diamantinas, en ese hilo dental que nada esconde, pequeña piececilla de tela que resalta e insinúa tu figura y tu belleza.

Ante tanta sensualidad, ¿qué podría hacer yo, además de atosigarme entre bisbiseos y palabras entrecortadas?
Pero llegas tan vestida que no entiendo cómo no te sofocas bajo esta modorra bochornosa.

El oleaje se balancea bajo tu enagua de panal y de colmena, como arrullo de una luna que ha perdido sus esferas y te espía desde el agua, buscando; entre tus piernas, sus estrellas.
Yo te observo en la distancia, deleitado con tu marcha seductora y elegante, tú te acercas dibujando muchos soles en tus labios.

Y qué bella es tu sonrisa de gaviotas y de perlas, y qué hermosa es tu mirada de delfines y centellas.
Si me abrazas te prometo un arco iris de jazmines y caléndulas, si me besas te aseguro un tornado de caricias y de huellas...

sábado, 12 de enero de 2008

Cascadas.

Cascadas irisadas, detenidas en el tiempo, desnudan ilusiones, esperanzas y momentos eternizados, en medio de un apocalipsis tan distante como ajeno.
Cascadas variopintas de gotas cristalinas, vaporosas y dinámicas, que alegran con sonrisas verdiazules el llanto de los solitarios.

Y lagunas en que caen las cascadas como llanto de quimeras, como llanto de destinos mutilados por razones imposibles; esos pozos de silencios refrescantes que devuelven la esperanza de un posible reencuentro con un alma exiliada de la mente.

Y hermoseando todo el cuadro, un arco iris simboliza la alegría, en la mágica poesía del paisaje temerario e irreverente.
Y verduras adornando; cual brocado esmeraldino, la paciencia necesaria e ineludible en un mundo de cementos y de asfaltadas tardes grises; de ciudades tan lejanas, tan internas, cinceladas al secreto de cerebros taciturnos, de ilusiones inertes...

Pero acá todo es brillor, todo es claror y color de vida sana.
Pero acá puedo olvidar; por un momento, el frenesí inquietante, exasperante y estresante de las selvas de bloque y de hormigón.

Acá, aun puedo soñar, imaginar que el mundo es el Edén, ese vergel casi extinguido, casi olvidado, casi dormido...en nuestros corazones.

Paradoja en el Caribe

Ayer, un ejército de dos mil uniformados reprimió a estudiantes desarmados;
mientras el hampa hace lo que le da la gana.

Ayer, un contingente de la Guardia Nacional (el honor es su divisa), allanó una sede universitaria arremetiendo contra estudiantes desarmados; mientras el hampa hace lo que le da la gana.

Ayer, una docena de policías le tumbaron los dientes a un muchachito indefenso; mientras el hampa hace lo que le da la gana.

Aumentan los atracos, los homicidios y los secuestros en Venezuela, mientras las fuerzas del orden público maltratan a los ciudadanos decentes y desarmados.
Y si estás con la revolución puedes robar, secuestrar, atracar e incluso matar impunemente.

¡Viva la revolución de los malandros!
¡Viva la revolución de los delincuentes!

Pero ¿qué otra cosa podíamos esperar de un gobierno de golpistas?
¡Y llegaron al poder por elección popular!...

Una cosa yo sí sé, si la reforma va, los poetas y escritores en este rincón del mundo, tendremos que dejar de escribir o calarnos la cárcel.
Y todo el que no sea socialista o se exilia o termina preso; pues no ser socialista será inconstitucional, apenas se apruebe esta reforma golpista y totalitaria, que niega la pluralidad de pensamiento.

Creadores de consciencia.

Un sólo poema jamás podrá cambiar millardos de conciencias, pero millardos de poetas hablando de la posibilidad cierta de un mundo utópico totalmente posible, ¡claro que cambiarían al mundo!
La divina commedia cambió a Italia, los poemas de Russoe y Voltaire cambiaron a Francia, la película "El día después" cambió la actitud del mundo ante el problema nuclear.

Los poetas no son transformadores en sí, pero si son Sembradores de ideas, son creadores de conciencia, y es una lástima que haya tan pocos poetas dedicados a los contenidos, mientras la mayoría se dedica a formas y estructuras.

Claro que un poema; como el soneto que Quevedo le escribiera a Violante, es una joya literaria, pero ¿en qué cambiaría al mundo un poema tan vacío de contenido como ese?
En cambio, las obras de Neruda, las de Gybran, y otros grandes de la poesía han cambiado mi visión del mundo.

Y al cambiar las visiones individuales de muchos, en el mismo momento en que se alcanza ese punto de masa crítica en que la mayoría de los humanos cambia su visión del mundo, el mundo cambia.

No olvidemos que antes de Colón, todos, amerindios y europeos, asiáticos y africanos creían que el mundo era una tabla, y que el horizonte era una enorme, gigantesca catarata.
Por otro lado; el mundo como tal, ha estado cambiando desde que apareció hace cuatro mil millones de años, el hombre en sí es un factor de cambio, cambiamos al mundo todos los días, mayormente para mal, porque nos creemos superiores a la naturaleza que nos rodea y la irrespetamos, sin darnos cuenta que acabar con la naturaleza que tanto despreciamos es acabar con nuestra especie, pues ésta también es parte de aquella.

En este sentido, la pregunta correcta sería, ¿puede un poema cambiar el mundo para bien?; y la respuesta es ¡sí!, un poema puede generar el deseo de otros poetas de atacar el problema, y estos inspirar a otros y así sucesivamente, hasta que la avalancha de versos llene a toda la humanidad.

Pero los poetas pierden el tiempo, no se animan a abordar poemas ecológicos, o cuando menos filosóficos.
Todo es poemas de amor, o melancólicos (que también son de amor) o góticos (que son de resentimiento)...

Nada contra esos poemas, yo también intento hacerlos, pero lo que yo pregunto más bien es:

¿DÓNDE ESTÁN LOS POETAS ECOLÓGICOS, LOS FILOSÓFICOS, LOS PROTESTATARIOS?
¿DÓNDE ESTÁN LOS CREADORES DE CONCIENCIA?

Tonterias.

Sus ojos, dos destructores; sus manos; dos submarinos torpedeándome con sus caricias nefastas.

Su silencio es guillotina, ¡cómo quisiera ser telépata!, acaso clarividente, acaso inexistente sombra, como la sombra del sol, que siempre pasa desapercibida.

Pero en fin, mi destino no es lo que yo quiero que sea, si no aquello a que me obligan las circunstancias; ¿dónde quedó el libre albedrío?
Si en verdad hubiera tal cosa, yo personalmente, habría escogido ser poeta, cantante, actor, científico o astronauta.

Habría escogido nacer en Sirio, o en Alfa Centaury o mejor en Andrómeda;
incluso habría escogido nacer en un supercúmulo tan alejado de esta Vía Láctea, que ni siquiera sabría de su existencia.

Así no tendría que olvidarla, no podría recordarla, ni remontarme al ayer esporádico e inerte, voluminoso y vacuo, vacío.

¡Dios!, ¿Cuántas tonterías escribo?

No vayas a contestarme, ni se te ocurra...

Planeta amable

Había una vez un planeta extrañamente amable, poblado por seres extrañamente buenos, bordado de paisajes extrañamente sugestivos.

En una galaxia mucho muy lejana, había una vez un mundo extrañamente humano; y todo era luz, alegría y felicidad.

El amor era pan cotidiano, la solidaridad era regla general, la paz brillaba como farol o supernova, iluminando a los viajeros solitarios.

Había cierta vez una tierra de ensueños, pero desperté y se esfumó todo.

¿Para qué despertaría?...

Hay poetas y hay poesía.

¡Todos nacemos con vena poética!, pero pronto desistimos, las mejores metáforas las he escuchado de boca de los niños, y sin embargo el poeta no nace, pues la vena poética con la que todos nacemos no basta para forjar un poeta.


El poeta es tal cuando es humilde, empático, sensible y sencillo, de lo contrario, pasará a ser un escritor plástico como los hay muchos en el mundo.
Y si hay algo que me ata a este foro es la enorme cantidad de personas sinceras, sencillas y sensibles que he encontrado aquí, y eso te incluye cariño.

Al poeta lo forja la poesía, ya sea la poesía de su entorno en las imágenes cotidianas que le toca experienciar, como la poesía de sus predecesores, pues no hay poeta en el mundo que no haya leído a quienes le precedieron, el poeta ama la poesía y se nutre de ella, se recrea en ella todos los días.

Hablando de exclusiones.

Nosotros; los disidentes, fuimos recogidos en Saturno, puestos en un platillo volador, y descargados en ésta Tierra de Gracia, por alguna mano perversa.
Nosotros; los disidentes, somos alienígenas, pues nos tratan como a tales.

Hablando de exclusiones:

Marginados, maltratados, violentados por un régimen que no sabe escuchar ni callar.

Tan solo sabe descalificar, denigrar, insultar, proferir improperios, y cuando todo esto no le funciona, hace gala de su terrorismo de estado, enviando a sus hordas para-policiales a callarnos a balazos, a nosotros los alienígenas, de Saturno

Grises mañanas.

Grises mañanas de obscuridades siniestras, aluden a eventos olvidados, de un pasado tan distante que logra sugerir lo cotidiano.

Hoy amaneció de golpe, sin aviso, sin protestas, sin derecho a voz ni voto, en una vorágine de pasiones encontradas, exacerbadas e inicuas.

La vida es un torbellino huracanado, en el que se entremezclan momentos aislados de alegría y dolor, de aburrimientos y aventuras, efímeros instantes trocados en recuerdos, por un reloj inexorable y puntual.

Y puntualmente ha amanecido, otra vez, con toda la posible inercia de matices cada vez más grises, más tenebrosos, más corruptos.

No hay más luz que la del entendimiento, pero si el entendimiento calla, ¿qué será de la historia?, ¿qué será de las generaciones por venir?

La esperanza sucumbe ante realidades nefastas, y sólo se imponen la hipocresía, la tracalería, el engaño y las propagandas evidentes y subliminales, que desdibujan al mundo real, cada vez que nos dibujan un mundo imaginario, de fábula; o ¿debo decir de horror?

Lo sublime ha sido azotado por lo vulgar, lo poético ha sido destrozado por lo inhumano, la bondad se esconde temerosa y yo ya parezco esquizofrénico-paranoide, en un ensayo sin sentido, o tal vez con tantos sentidos que parece un calidoscopio; que confunde en lugar de enseñar.

Grises mañanas de obscuridades siniestras se reiteran nuevamente, repitiéndose eternamente

Despiadado amor

No encuentro salida a este irremediable laberinto virtual.
No hallo razón alguna para coexistir en un planeta de formalidades intrascendentes.

Penumbra en medio de las sombras, obscuridad en medio de tinieblas, maldades desdibujadas, casi virtuosas; he allí la descripción del empirismo romántico, de lo que llaman amor.

Amor, enfermedad de la que alguna vez me creí totalmente inmunizado, enfermedad incurable, inexorable, indestructible, indefinida e indetenible.
Inevitable.

Enfermedad acuciante que desgarra las pasiones como drizas de pellejo.
Enfermedad arrolladora que ondea cual pabellón de guerra, anunciando paz mientras dispara sus metrallas.
Enfermedad abominable, pero imantada, magnética, atractiva y atrayente.

¿Qué es el amor sino la necesidad de pertenencia?

El equilibrio se ha roto, la iniquidad gobierna, y yo me rindo echándome a morir
en las fauces de la fiera que atenaza, nos mastica, nos engulle y luego nos vomita; maltrechos, malheridos pero vivos, aún vivos.

Cuando duermo

Cuando duermo, levito; me alzo en vuelo y viajo más allá de este planeta, en total libertad.

Me adentro en el vacío sublime y amable de la nada, sin amenazas, nada que pueda atemorizarme, ninguna denigración, ninguna otra voz salvo la mía.

No hay paredes, ni tiempo, ni espacio, sólo estamos yo y yo; viéndonos cara a cara, sonriéndonos con complicidad absoluta, amándonos mutuamente.

Cuando despierto, suelo estrellarme contra las vallas espinosas de la realidad.

Pero esa es otra historia.

Espera

Lluvia acida aflora de tus ojos, mientras yo callo mi desengaño, esperaba respuesta, o talvez, esperaba silencio, un silencio consolador, de seguro no esperaba tu callar amenazante.
Sombrías noches me esperan a solas, lo se...

Friolentos pensamientos acosaran mi ser, lo se...

Aun así, no espero nada más que la paz, licencia para callar te doy, no digas más...
Espera, no abras esa puerta, déjala trabada como a nuestros sentimientos...
Espera, no cruces ese umbral, tal vez no vuelva a verte, jamás...
Espera... te vas...

Espera... se ha ido y mi angustia crece, y mi dolor se incrementa, y no hay vuelta atrás.
Por demás...

Me pondré el disfraz ¡y seguiré combatiendo por la justicia!

Cruel Cupido.

La lozanía vespertina en tu enagua sideral, despierta mis deseos, caprichos y emociones, sensaciones y aspavientos, y una cierta euforia impetuosa y dominante.

Desde el llanto de tus manantiales frontinos, llegan a mí cascadas de culpa y vergüenza, pero ¿qué puedo hacer aparte de amarte?; ¿es acaso este frenesí dinámico un ente vivo?, debe serlo; pues me abraza y me abrasa sin piedad, ¡y sin consuelo!

Por eso, no me inquieras la mirada, sabes lo que mis ojos pregonan: amor, amor, amor y más amor, por ti, para ti...

¿De cuánta crueldad es capaz Cupido?

Yo solo sé que ya no importa...nada.

Acaso

¿Qué sabes tú de mis andanzas por tierras inescrutadas?

¿Por qué me hieres con saetas envenenadas de insultos y denigraciones?

¿Acaso has visto los vaivenes del destino en las olas de la mar?

¿Acaso has sentido el picotear de las crueles avispas a flor de piel?

¿Acaso has desviado tu rumbo al menos una vez, en busca de verdades inéditas?

¿Acaso has desvirtuado el llanto y el dolor con una sonrisa falsa y un -no es nada; un mosquito se me metió en el ojo-?

Acaso alguna vez has asistido al parto de universos inmaculados, y yo soy universo devastado, es verdad...

Aún así, pretendo tan sólo mostrarte la otra cara de la realidad, la de los arrabales, cardonales y espinosos rosales ensangrentados.

No tienes que zambullirte en esos laberintos, apenas echa un vistazo, y luego que hayas visto...entonces te doy derecho a juzgar y a juzgarme.

Pero solamente entonces, no antes, no después...

Algunos sueños.

Alrededor de los 10 años soñé que yo estaba en una cárcel formada por cuatro muros y una ventanita con barrotes, en el medio del desierto.
Me asomé por la ventanita y a lo lejos cabalgando sobre las dunas, vi. a un hombre con capa, todo vestido de negro, montado en un caballo negro.

-¡El Zorro!, ¡vino a liberarme!, grité.

Pero al acercarse a la celda, me di cuenta que no vino a liberarme, sino a matarme.
Me acurruqué en un rincón entre dos muros, en posición fetal, mientras el Zorro lanzaba hacia mí un puñal a través de la ventana, y desperté.

Cierta vez soñé que entraba por una caverna, y caminando a través de ella; a lo lejos veía una tenue luz, que se iba agrandando a medida que me le acercaba.
Al salir de la caverna me encontré con un jardín florido, pletórico de animales, todos de un color blanco brillante, leones blancos, gacelas blancas, blancas jirafas y elefantes blancos. Y desperté.

Cierta vez soñé que salía de un féretro, en medio de un desierto, y caminando, me encontré con una enorme cola que se dirigía a la entrada de un edificio cilíndrico y enorme, de paredes blancas, un templo.
Me metí en la cola y pregunté a dónde íbamos, pero nadie hablaba.
Cuando al fin entré me encontré con algo difícil de explicar, una esfera enorme y aún así pequeña, infinita y aun así limitada, una bola de luz blanca, brillante pero no encandilaba, y tampoco quemaba.
La bola me habló, y al escuchar lo que me decía, me sentí tan sereno y apacible, que lamenté haber despertado.

He soñado mucho con aguas corrientes, cristalinos arroyos en que la gente vestida de blanco se bañaba, sumergiéndose en las aguas hasta la cintura.
He soñado mucho con agua, manantiales, como ya dije, ríos, mares.

Una vez me soñé escalando una altísima pared vertical en una aun más alta montaña.
Y fue tal el esfuerzo en la subida, que cuando desperté me dolían los brazos y las piernas, literalmente.

Bueno, he soñado muchas cosas y con mucha gente, a veces mis familiares fallecidos vienen a mis sueños a alertarme sobre cosas que aun no han pasado, pero que pasarían de no evitarse.
A veces; muchas veces, aparecen en mis sueños tres personajes vestidos de bata blanca e inmaculada; y me dicen cosas y me explican cosas que en el sueño parezco entender, pero luego al despertar sólo sé que estuvieron en mi sueño estos tres personajes pero no puedo recordar qué me dijeron.

He allí algunos datos de mi vida onírica.
Vamos gente, relatar nuestros sueños puede ser divertido, además de darnos material para crear, nos ayuda a conocernos mejor.

Amor sideral.

Desde el espacio sideral, llega tu sonrisa universal envuelta en supernovas.

Una singularidad me rodea, agujero negro de mis ansias, poesía erótica y bandida, ultra dimensional, maravillosa y propendida.

Ya sabía que somos polvo de estrellas, pero tu, mi bien eres más que estrella,
eres manantial de fulgores, fuente de resplandores eternos.

En tus brazos viajo mas allá de la galaxia, al reino distante de los pulsares, y descubro el misterio mayor del Universo.

Desde tu mirada, un coro de ángeles me anuncia la máxima aventura humana, la aventura cotidiana del amor incondicional...