Cuando duermo, levito; me alzo en vuelo y viajo más allá de este planeta, en total libertad.
Me adentro en el vacío sublime y amable de la nada, sin amenazas, nada que pueda atemorizarme, ninguna denigración, ninguna otra voz salvo la mía.
Cuando despierto, suelo estrellarme contra las vallas espinosas de la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario